Todo el mundo tiene claro las funciones elementales de un tanatopractor, pero ¿realmente se conoce todo lo que abarca esta profesión? Cuando hablamos de un tanatopractor, inmediatamente nos viene a la cabeza la figura de aquel que realiza todo el proceso de preparación de un fallecido para su despedida, pero detrás de eso hay mucho más que una cuestión estética. Uno de los puntos más relevantes de esta profesión es favorecer el proceso del duelo de los familiares y seres queridos del difunto.
Una buena despedida hace un duelo más fácil.
La despedida de un ser querido es un momento complicado y triste, es realmente el último momento en el que podrán ver a su ser querido y, sin duda, ese momento quedará en el recuerdo. Un tanatopractor tiene la responsabilidad de que ese recuerdo, que vivirá para siempre en los familiares y amigos del difunto, sea un recuerdo bonito y afable, un recuerdo que provoque tranquilidad, calma y serenidad.
Favorecer el proceso del duelo para todos los familiares y seres queridos es, sin duda, la actividad más relevante del tanatopractor.
¿Qué se considera un buen duelo?
El duelo es el proceso psicológico que se produce tras la pérdida de una relación afectiva. Se manifiesta mediante 5 fases y, aunque sí que podamos catalogarlas y reconocerlas, tenemos que dejar claro que cada persona afronta el duelo de una manera única, teniendo en cada caso su progresión y su intensidad propia.
Las 5 fases del duelo son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Consideramos un buen duelo aquel que nos permite reincorporar el recuerdo de nuestro ser querido fallecido sin caer en la tristeza. Cuando en nuestro día a día podamos recordar de una forma agradable todos aquellos momentos vividos con aquella persona que ya no nos acompaña, podremos decir que hemos vivido un buen duelo.
¿Cuál es el verdadero papel del tanatopractor en el duelo?
Un tanatopractor tiene la responsabilidad de favorecer el proceso de duelo de todos los familiares y seres queridos del difunto. La imagen de una despedida, como comentamos con anterioridad, se quedará para siempre en el recuerdo y, además, nos acompañará de forma intermitente durante todo el proceso del duelo. Nuestras funciones van ligadas con la apariencia estética del difunto, pero la apariencia estética, en este caso, va ligada con el proceso psicológico del duelo.
Por todo lo mencionado anteriormente, es primordial que la apariencia del difunto sea lo más cuidada posible. Esmerarnos en superar todas las expectativas que tengan los familiares y ofrecer una imagen reconocible y apacible de su familiar es nuestra finalidad.
Para poder conocer más de cerca la labor de un tanatopractor, os dejamos AQUÍ una entrevista realizada al gran profesional Jean Monceau.
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